Todos conocemos las aventuras de Harry, Hermione y Ron en Hogwarts, ¡y no es para menos!, ya que la saga de J. K. Rowling es una de las obras literarias más leídas en la historia, cuentan con muchos lectores de edades y países diferentes que han devorado sus páginas con devoción. Actualmente, se han venido más de 400 millones de ejemplares y los libros se han traducido a más de 70 idiomas diferentes.

 

Evidentemente, las primeras versiones de cada libro únicamente se podían encontrar en inglés, pues se necesitaban varios meses para llevar a cabo la ardua labor de traducir cada novela. Sin embargo, la impaciencia de muchos de los fans nos ha dejado alguna anécdota graciosa como, por ejemplo, cuando los seguidores franceses de la saga no pudieron esperar más a la traducción de Harry Potter y la Orden del Fénix consiguieron convertir la versión inglesa de dicha novela en la primera en inglés en encabezar la lista de libros más vendidos en Francia. Pero esto no termina ahí, en Italia incluso llegaron a organizar una «Operation Feather» que consistía en saturar de plumas (que hacían referencia a las de las famosas lechuzas de las obras) a la editorial Adriano Salani para incentivar que terminasen cuanto antes su traducción, ya que era la encargada de la publicación del último libro de la serie en italiano.

 

Los traductores se enfrentaron a muchos retos a la hora de traducir estos textos, no únicamente se trataban de libros ingleses con muchos matices culturales británicos, sino que además contenían una gran carga de fantasía, por lo que se requería una traducción muy creativa tanto para los nombres propios, las palabras inventadas, el tipo de lenguaje, los juegos de palabras, los neologismos… y todas las sorpresas que guardaba su redacción original. A continuación os detallamos algunos de los más reseñables:

 

– Invención de términos, muchos nombres propios que la autora inventó provienen, o al menos parte de la palabra, de las lenguas clásicas, pero también utiliza “pistas” relacionadas con el personaje, o hechizo en cuestión. Algo que resulto un desafío para los traductores, por ejemplo: Remus Lupin, el término «Remus» se inspira de la historia de Rómulo y Remo que fueron amamantados por una loba y «Lupin», que significa «lobo», cosa muy relevante para la historia ya que finalmente se descubre que este personaje es un hombre lobo.

 

– Juegos de palabras, entre otros, destaca el nombre de Tom Marvolo Riddle, si reordenamos estas letras, podemos formar «I am Lord Voldemort» (Soy Lord Voldemort). Para enfrentarse a este rompecabezas algunos idiomas cambiaron solo algunas partes del nombre, mientras que otros, como el francés, reformularon totalmente el nombre original para mantener el anagrama por lo que pasó a ser Tom Elvis Jedusor, «Je suis Voldemort» (Yo soy Voldemort).

 

– Nombres propios, quizás el caso más famoso es el de «A.B.» un misterioso personaje que se menciona en Harry Potter y el misterio del príncipe y que se pensaba que era Regulus Black y en los Países Bajos se tradujo como «R.A.Z.» porque «zwart» es «black» en holandés lo que fomentó la creencia de que se trataba de Regulus Black.

 

Cuando hay millones de seguidores que esperan ansiosamente las siguientes entregas, por supuesto, aparecen traducciones ilegales o «piratas», por ejemplo, esto ocurrió cuando en 2003 se publicó la traducción en Venezuela de Harry Potter y la Orden del Fénix, en la que el mismo traductor se disculpaba varias veces con textos sin traducción porque no entendía el mensaje original. Otro ejemplo es Harry auf Deutsch, una comunidad alemana que se creó para traducir más rápidamente los libros al alemán, finalmente y tras tener problemas con la editorial alemana que sí había comprado los derechos de las novelas, se creó en un sitio web comunitario.

 

Además de las traducciones piratas, también se crearon traducciones falsas, nos referimos a las imitaciones que evidentemente son extraoficiales o fanfics. Aquí destaca el libro de Harry Potter and Bao Zoulong que se publicó justo antes del quinto libro en China para aprovechar la fama de la que gozaban sus historias, pero resultó ser una copia de El Hobbit con los nombres de los personajes principales cambiados por los de Harry Potter.