Todas las sociedades tienen un sistema de escritura. Sin embargo, el aprendizaje de una lengua supone un largo proceso hasta poder llegar a entenderse tanto de manera hablada como escrita.

 

Nosotros, estamos acostumbrados a leer de izquierda a derecha, pero hay otros alfabetos que se leen de derecha a izquierda.

 

A priori sabemos que el japonés es así. No obstante, además del japonés, también hay otros alfabetos muy conocidos como el árabe y el hebreo, que también se leen de derecha a izquierda. De hecho, ambos son predominantemente consonantes y no distinguen entre mayúsculas y minúsculas. Algo casi imposible de entender para nosotros, ¿no?

 

Piensa en un europeo, con un alfabeto latino, leyendo un texto en árabe. No verá en las letras más que los dibujos abstractos de un tipógrafo si no recibe clases de árabe.

 

El alfabeto árabe consta de 28 letras y solo 3 vocales largas. Y las vocales cortas ya están representadas por signos diacríticos, que se colocan sobre las consonantes. Además, el diacrítico sirve para identificar la función sintáctica que tiene la palabra en la oración. Es decir, si es un verbo, sujeto u objeto directo.

 

El japonés

Con un total de 3.000 caracteres ‘kanjis’ de uso cotidiano, 46 caracteres ‘hiragana’ y otros 46 ‘katakana’… ¡normal que le entre miedo a cualquiera que pretenda aprender japonés! No te vamos a desvelar nada nuevo si te decimos que el japonés es uno de los idiomas más difíciles del mundo.

Al principio, la escritura japonesa era netamente vertical, pero con el paso de los años la influencia occidental se ha hecho notar.

Únicamente un par de apuntes: si el texto está en horizontal lo debemos leer empezando por arriba y por la izquierda. En cambio, si está en vertical, se ha de empezar por arriba a la derecha. No es muy complicado de recordar; pero cuando se dan ambos formatos en la misma página de un periódico leer resulta un poco complicado.

 

El árabe

Aunque conozcamos la evolución de la escritura árabe desde su descubrimiento y sepamos que todas las lenguas semíticas se escriben de derecha a izquierda, en efecto, no hay ningún tipo de certeza histórica sobre su explicación.

Para algunos, la escritura de la lengua árabe, con raíces compuestas de tres consonantes, sería el resultado de herencias lingüísticas directas del sirio o el arameo.

Sin embargo, los arqueólogos han encontrado trazos de escritura cuneiforme que datan de los años 2400-2350 a. C., mucho antes de la invención de los alfabetos fenicio y arameo, en sentido de izquierda a derecha.

 

El hebreo

Una teoría popular es que el hebreo se escribe de derecha a izquierda porque, en la antigüedad, al grabar palabras en una piedra, el grabador sostenía el martillo en su mano más fuerte (normalmente la derecha) y el cincel en su mano izquierda, haciendo más fácil de escribir de derecha a izquierda.

A medida que las herramientas de escritura evolucionaron para incluir tinta sobre pergamino o un estilo en yeso, los escribas comenzaron a escribir desde la izquierda para no difuminar las letras. Sin embargo, cuando esto sucedió, el hebreo y otros idiomas semíticos ya estaban «grabados en piedra», por lo que continuaron escribiéndose de derecha a izquierda.

El rollo de la Torá está escrito de derecha a izquierda. Por tanto, parecería que hay razones más que técnicas para que el hebreo se escriba de derecha a izquierda.

También hay una ley talmúdica que dice: «Todos los giros que hagas deben ser solo a la derecha», lo que indica que debes escribir de izquierda a derecha para que nos movamos en la dirección correcta.

 

¿Por qué el lado derecho tiene prioridad en el judaísmo?

En las enseñanzas cabalísticas, la derecha representa el atributo, bondad, y la izquierda, severidad. Así como existe una regla general que afirma que el derecho tiene prioridad en la vida judía, también, cuando nos enfrentamos a una situación en la que es necesario decidir entre la bondad o la severidad, la bondad es lo primero.

Otra curiosidad que podemos destacar, es la variación de la ortografía según la posición de la letra en la palabra. Dicho de otra manera, para casi todas las letras hay una forma diferente de escribir. En hebreo, algunas letras se escriben de manera diferente cuando están al final de la palabra. Mientras que las vocales se indican mediante puntos alrededor de consonantes, llamados nekudot.

Por lo tanto, aunque las vocales facilitan el aprendizaje de idiomas, no están representadas a diario. Es decir, el hablante suma las vocales en el proceso del habla.