Cuando pensamos en la Navidad a todos nos viene a la mente la imagen de Santa Claus, un señor risueño con una vez grave que va vestido con un traje y un gorro de color rojo, tiene una espesa barba blanca y siempre carga con un gran saco de regalos para repartirlos entre los niños que han sido buenos durante todo el año a cambio de leche y galletas. En realidad, gracias a la globalización en la mayoría del mundo se conoce a Santa Claus, pero se trata de algo propio de la cultura estadounidense y tiene su origen en San Nicolás. En el resto del mundo, existen otros seres que traen regalos, por ejemplo:

 

En España, todos conocemos a los Tres Reyes Magos que vienen del lejano oriente y representan a tres sabios que fueron a Belén a visitar al niño Jesús cuando nació. Los niños españoles, y también de algunos países hispanos, escriben les escriben cartas y durante la noche del 5 al 6 de enero reciben su visita y, si se han portado bien, consiguen regalos. Pero no únicamente existe esta figura, en Cataluña existe el Tió de Nadal, un tronco que puede ser de diferentes tamaños pero que siempre tiene una carita sonriente y una mantita al cual los niños alimentan con frutos secos antes de Navidad y, luego, lo golpean para que evacue regalos. En Galicia existe la figura del Apalpador, un carbonero que visita a los niños las noches del 24 y 31 de diciembre para palpar sus tripitas para comprobar que han comido suficiente durante el año y les deja castañas y regalos. También, en el País Vasco y Navarra se encuentra la figura del Olenzero, que se representa como un hombre grueso al que le gusta mucho comer, vestido con harapos y manchado de carbón que trae los regalos a los niños el día de Navidad.

 

En Reino Unido, además de tener ciertas tradiciones únicas como el pudín de Yorkshire, el pavo que se debe comer en Navidad y las galletas que lanzan los niños, para ellos Papá Noel va vestido con una capa verde con capucha, una corona que está hecha con acebo o hiedra y se ayuda de un gran bastón para caminar. Su nombre es Father Christmas y, antiguamente, no tenía nada que ver con los niños o los regalos, pero cuando se extendió el mito del Santa Claus americano, empezó a asumir sus atributos y, a día de hoy, casi se consideran la misma persona.

 

En Francia, la figura que predomina es la del Père Noël, se trata también de un señor mayor que porta una larga capa roja y les entrega regalos y golosinas a los niños que han dejado sus zapatos al lado de la chimenea después de la misa de Nochebuena. Además, cuenta con la ayuda de su compañero el Père Fouettard, que viste con pieles y lleva una barba larga y sus cabellos revueltos y a menudo lleva un látigo, cadenas, campanillas o cencerro. Él es el que se encarga de azotar o llevarse a los niños que se han portado mal en su gran saco.

 

En Suecia, de su folclore nace la idea del Tomte o Jultomten, un enanito que no mide más de 1,20 metros y es parecido a un gnomo de jardín que vive en el bosque, viste con un gorro rojo, tiene una barba blanca y lleva ropa gris o verde. Cada Nochebuena visita las casas de los niños antes de que se vayan a la cama, llama a la puerta con sus nudillos y pregunta «Finns det några snälla barn här?» (¿Hay niños buenos aquí?) y si es así, les obsequia con un regalo que su cabra le ha ayudado a transportar.

 

Finalmente, en Italia, hay una tradición en la cual la protagonista es la Befana, una entrañable bruja que normalmente está representada con su escoba voladora. Según cuenta la leyenda, se topó con los tres Reyes Magos cuando se dirigían a Belén para visitar al Niño Jesús y, como estaban perdidos, ella les dio cobijo y dulces, a cambio, los Reyes la invitaron a acompañarles pero ella se negó. Más tarde se arrepintió, así que preparó dulces y salió en búsqueda de Jesús y, por cada casa que se cruzaba en su camino en donde vivían niños, dejaba un dulce por si se trataba de él. Como no fue capaz de encontrarlo, todos los años vuela sobre Italia el 5 de enero y reparte regalos a los niños buenos y carbón a los malos para hacerse perdonar.

 

Después de mencionar algunos países en los que Santa Claus no es el encargado de repartir los ansiados regalos a los niños buenos, seguimos con otra lista de países en los que, aunque sí se conoce este personaje, hay otros seres responsables de repartir felicidad:

 

En Rusia Bilorrusia, Ucrania, Bulgaria, Macedonia, Montenegro, Serbia y Bosnia y Herzegovina, se relaciona la Navidad con Ded Moroz y Snegurochka. Dez Moroz es un hombre alto y corpulento que tiene una larga barba blanca y se cubre con una capa roja, su nieta, Snegurochka, que también se la conoce como la doncella de la nieve, es un hada hija del hada de la primavera y el señor de la escarcha. Snegurochka tiene la piel blanca y suave, el cabello largo y blanco y viste de color azul, ambos personajes otorgan regalos a los niños en Año Nuevo.

 

En Noruega, están los Nissen o Julenissen que son duendecillos o elfos navideños. Suelen ser hombrecillos pequeños con barbas blancas vestidos de gris con un gorro y calcetines rojos y zuecos. Tradicionalmente eran pequeños demonios que vivían en los graneros y su misión era velar por los cultivos, pero poco a poco el mito ha derivado en elfos que provienen del Polo Norte y que se encargan de llevar regalos a los niños el 24 de diciembre, aunque conviene llevarse bien con ellos, ya que si no es así, hacen toda clase de maldades.

 

En los Países Bajos, Sinterklaas es quien trae los regalos a los niños. Cuenta la tradición que este personaje, que siempre trae consigo un sombrero de obispo rojo y un bastón repleto de joyas, viaja desde España a las costas neerlandesas con un barco de vapor y, cuando desembarca, se monta en Amerigo, su caballo blanco, para repartir los regalos a los niños buenos, va acompañado de sus pajes, que se llaman Zwarte Pieten y lanzan pepernoten (galletitas especiadas) a la gente.

 

En Austria, Suiza y Alemania, el encargado de repartir los regalos a los niños es el Christkind (Niño Cristo) que, o bien, se representa o bien como una mujer que casi siempre lleva una corona y tiene un cabello rubio, largo y rizado, o bien se trata de un niño también con el pelo rubio y rizado que habitualmente tiene alas. Esta especie de ángel, proviene del mismísimo niño Jesús y trae regalos a los niños que se han portado bien en Navidad sin que nadie lo vea.

 

En Finlandia encontramos a Joulupukki, aunque también es conocida como la cabra de Yule, que antiguamente era un espíritu malévolo relacionado con Odín e iba casa por casa y exigía regalos o las sobras de Yuletide «temporada de Yule». No obstante, en la versión más actualizada, aunque la cabra de Yule sí que va por todas las casas, únicamente pregunta «Onko täällä kilttejä lapsia?» (¿Hay niños bien educados aquí?) si dicen que sí, les da regalos. Otros datos curiosos sobre Joulupukki es que conduce un trineo como Santa Claus, pero sus reno no vuelan y cuando se la representa, normalmente son con estatuas de paja.

 

Para terminar, en Islandia no hay una figura, sino trece, se tratan de los Yuli Lads y son 13 elfos muy traviesos que hacen toda clase de trastadas en las casas. Cuenta la leyenda que llegan uno a uno cada día a las ciudades desde el 12 de diciembre y luego también se van de uno en uno hasta que el último regresa a su casa el día 6 de enero y con esto se da por terminada la Navidad. Los niños islandeses colocan sus zapatos cerca de las ventanas con la esperanza de que algún elfo les deje regalos o dulces y los niños malos reciben patatas podridas.

 

Pero, ¿cómo se dice feliz Navidad en otros idiomas? ¿cuántos de ellos conocías?

 

Inglés: Merry Christmas! / Francés: Joyeux Noël ! / Portugués (Europa-Brasil): Feliz Natal! / Italiano: Buon Natale! / Alemán: Fröhliche Weihnachten! / Griego: Καλά Χριστούγεννα! / Ruso: Счастливого Рождества! / Ucraniano: Веселих свят! / Chino: 圣诞快乐!/ Coreano: 메리 크리스마스! /  Euskera: Zorionak! / Catalán: Bon Nadal!