Napoleón nació en una pequeña isla llamada Córcega en 1769. Córcega acababa de quedar bajo la autoridad francesa, después de haber estado casi 5 siglos bajo el reinado de los genoveses.

 

En ese momento en la isla hablaban corso y genovés, ambos dialectos de las lenguas italoromanas. La Italia unificada que conocemos en la actualidad no existía en ese momento, pero los dialectos, los diferentes estados, reinos, principados que la componen hace siglos que existen. Además, “Italia” se ha utilizado desde hace mucho tiempo para designar la ubicación geográfica de la península.

 

El corso está relacionado con el grupo de dialectos toscanos, por lo tanto, el corso es un dialecto italiano y no un dialecto francés. El toscano también ha sido el dialecto elegido como idioma oficial del Reino de Italia.

 

Por tanto, el corso fue la lengua materna de Napoleón, ya que era la lengua que hablaba su madre, Maria Letizia Ramolino, ferviente nacionalista corsa. Es por tanto lógico que la infancia del futuro emperador de Francia transcurriera en corso e italiano.

 

Napoleón fue incluso un nacionalista corso, deseando ver su patria derrocando al poder francés. Es natural que Napoleón tuviera una convicción independentista muy marcada durante su infancia, si tenemos en cuenta su madre nacionalista corsa y el hecho de que siglos antes de su nacimiento existieron corrientes que pugnaron por la independencia de la isla.

Napoleón, a finales de los años 1780 y 1790, a menudo visitaba Córcega, pero se dio cuenta de lo provinciana que era la isla y de cómo de grande se veía el mundo comparado con ella.

 

Su apellido italiano

 

Exactamente en el día 15 de agosto de 1769 nació en Ajaccio, una ciudad de la isla de Córcega, Napoleón Bonaparte, aunque el registro más antiguo en el que aparece con este nombre es un informe oficial fechado el 28 de marzo de 1796; antes había sido Napoleone di Buonaparte, Nabolione o Nabulione en corso.

 

La dificultad de Napoleón con el francés

 

El padre de Napoleón, Carlo Buonaparte, abogado y diplomático, formado en Italia, hablaba y escribía correctamente en francés, algo que su hijo Napoleón nunca logró. Carlo Buonaparte hizo que sus dos hijos, José y Napoleón, recibieran lecciones de francés de un clérigo, el Abbé Reco, pero no fue suficiente.

El abad Chardon, que fue su maestro, explicó en una carta: “Tenía muchas cualidades, cuando yo enseñaba escuchaba las lecciones en aire frío y flemático propio de su carácter. Le enseñé francés para poder tener una conversación.”

Napoleón aprendió a hablar francés, pero nunca se desprendió de su fuerte acento corso además de escribir editoriales llenas de italianismo. El emperador de Francia deformaba el lenguaje del francés para su conveniencia.

Por ejemplo, escribió «naicence» para «naissance» (nacimiento), «alor» para «allors» (entonces), «otorizé» por «autorizé» (autorizado), «delamourdelaglorie» en lugar de «de l’amour de la glorie».

 

Resumen de su trayectoria

 

A los nueve años consiguió una beca para estudiar en la Academia Militar de Brienne, en Francia, y alló permaneció hasta los 15 años. En ese tiempo, el resto de sus compañeros veían al joven Napoleón como un extranjero por su acento italiano.

A los 15 años fue admitido como cadete en la Escuela Militar de París, una de las academias militares más importantes de Francia, donde se graduó como artillero en un tiempo récord: diez meses, cuando lo normal serían tres años. Se sumergió de lleno en los estudios y en un año, a la edad de 16 años, Napoleón se convirtió en teniente del ejército francés.

En 1795, estalló contra los monárquicos imponiéndose sobre ellos en las calles parisinas. A partir de entonces, fue nombrado comandante del Ejército francés en Italia.

Entre 1796 y 1797, Napoleón afianzó su condición de francés cambiando su nombre de origen corsotaliano a Napoleón Bonaparte.

El 9 de noviembre de 1799, Napoleón Bonaparte fue nombrado Primer Cónsul de Francia tras un golpe de Estado. Con este cargo, el corso obtuvo poderes casi dictatoriales y el 2 de diciembre de 1804, en la catedral de Notre Dame, fue nombrado Emperador.

La crisis del Imperio estalló cuando España y Portugal se aliaron con Gran Bretaña. El ejército de Napoleón comenzó a perder batallas, aunque, en 1812, otro error condujo a Napoleón a su caída: trató de invadir Rusia, pero el frío y el hambre acabó con ellos.

 

Exilio y el fin de Napoleón

 

En 1814, Napoleón abdicó como Emperador de Francia y en 1815, fue derrotado en la batalla de Waterloo. Napoleón se entregó y fue exiliado a un islote en África: Santa Elena.  Murió el 5 de mayo de 1821 en esta misma isla, según los historiadores, su cuerpo fue sometido a una autopsia. Se cree que murió de cáncer de estómago, pero aún no se ha dicho con certeza cuál fue la causa de la muerte.