Se trata del libro más enigmático del mundo, está compuesto por un alfabeto ilegible y supuestamente se creó en el siglo XV. Lo descubrió Pole Wilfrid Voynich, un fanático de las obras literarias raras que compró el libro en 1912 cuando visitó una villa de aristócratas italianos. Desde entonces han intentado descifrarlo criptógrafos, expertos en idiomas e incluso programas informáticos, pero ninguno lo ha conseguido.

 

Cada vez que alguien lo intentaba descifrar sin éxito, el texto ganaba un poco más de fama. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a llamarlo «el libro más misterioso del mundo», o el «que nadie puede leer». Todo este misterio que lo rodea se debe a que no hay pistas sobre el autor, también, porque el lenguaje es incomprensible y el sistema de escritura, desconocido.

 

Desde que los descubrieron, muchos criptógrafos aficionados y profesionales han investigado los manuscritos sin poder descifrar ni una sola palabra, incluso se llegó a formar la teoría que eran un engaño muy bien ideado que únicamente contenía una secuencia arbitraria de símbolos. Sin embargo, se demostró que el texto codificado sigue la ley de Zipf, lo que indica que el libro debe estar escrito en un idioma desconocido y no es en absoluto una invención.

 

John Manly, el gran decodificador, fue uno de los primeros eruditos del siglo XX en examinar el volumen y llegó a la conclusión de que era “el manustrito más misterioso del mundo” ya que, después de que pasara un siglo de su hallazgo, nadie sabía nada sobre el contenido que guardaba.

 

 

 

 

El manuscrito Voynich es el Santo Grial de los estudiantes de criptografía, el idioma en el que está escrito se ha bautizado como voynichés y todavía a día de hoy se utilizan ordenadores que investigan sus símbolos e ilustraciones para analizar los patrones del manuscrito.

 

Las 240 páginas del manuscrito cuentan además con ilustraciones de plantas, cabezas flotantes, signos del zodíaco, criaturas fantásticas (incluidos dragones), castillos, mujeres que se bañan y símbolos astronómicos. Gracias a estas imágenes se ha podido organizar el contenido del manuscrito en seis secciones: botánica, astronómica y astrológica, biológica, cosmológica, farmacéutica y prescripción. Sin embargo, sin la traducción exacta del código, su verdadero contenido permanece oculto.

 

Este misterioso manuscrito de Voynich está desgastado, amarillento y frágil. Actualmente se encuentra almacenado en el sótano de la Biblioteca Beinecke de Manuscritos y Libros Raros en la Universidad de Yale, pero en internet se puede encontrar una copia digital de forma gratuita.