El símbolo de la arroba, para aquellos que no lo saben, es mucho más antiguo que Internet. Se representa con el carácter “@” y su origen se encuentra en una unidad de medida muy utilizada en la Edad Media para las transacciones comerciales.

 

Es una medida de capacidad y de peso. La arroba es una abreviatura de las letras “a” y “d”, derivadas del “ad” latino, cuyo concepto es: hacia, hasta, junto a… Los copistas utilizaban “@” como manera de sintetizar la preposición “ad”. El concepto fue evolucionando y, en los siglos XVI y XVII, este símbolo significaba “ana” y se refería a que los ingredientes que se añadían a cualquier receta en partes iguales o que tenían el mismo peso.

 

En España, dejo de utilizarse oficialmente en 1849, cuando se sustituyó por el sistema métrico decimal. Sin embargo, en el mundo anglosajón, su origen se remonta a finales de la Edad Media y se utilizaba para referirse al precio de las unidades de vino y grano, que luego se extendió al significado de “el precio de cada unidad”.

 

Pero… ¿qué tiene que ver una unidad de medida del medievo con nuestro correo electrónico actual?

 

A finales del siglo XIX, se decidió que el símbolo de la arroba “@” debía incorporarse al teclado de las máquinas de escribir para facilitar y agilizar el trabajo de los que redactaban documentos comerciales, ya que el símbolo de la arroba en inglés se pronuncia “at”, que significa en, de y hacia. Al llegar los ordenadores, como el teclado de estos es una evolución de aquellas máquinas, la arroba también aparece.

 

Cuando Ray Tomlinson inventó el email o correo electrónico en 1971, buscó un símbolo que aún no se utilizase para otro fin y que sirviese para separar el nombre de la persona a la que iba dirigido el mensaje del lugar donde se encontraba. Optó por la “@” para las direcciones de email porque este símbolo no formaba parte del lenguaje informático. La primera dirección de correo electrónico de la historia fue “tomlinson@bbn-tenexa”, es decir, “Tomlinson en la “@” máquina bbn-tenexa”.

 

Actualmente, no podemos prescindir de ella y no se utiliza solo para el envío de correos electrónicos. Twitter también incorporó el uso de la arroba “@” cuando uno de los usuarios menciona a otro. Un estándar que, finalmente, y después de probar otras fórmulas, se ha terminado adoptando para el resto de las redes sociales, como Facebook, Instagram.