El código Morse es un sistema binario de representación a distancia que se puede utilizar en varios idiomas. Consiste en convertir todas las letras del alfabeto, signos de puntuación y todos los números, puntos, guiones y espacios en señales intermitentes y, principalmente, lo utilizaban los gobiernos y servicios militares.

 

Se convirtió en patrimonio telegráfico, ya que fue la primera forma de comunicarse en tiempo real, incluso antes que la radio y el teléfono.

 

Este sistema permite la transmisión de mensajes a distancia, por cable, luz (linterna) o por radio, mediante sonidos breves y de larga duración.

 

El código fue creado en 1835 por el estadounidense Samuel Finley Breese Morse (1791-1892).

Samuel F.B. Morse pretendía encontrar un medio de comunicación telegráfica. La creación de este código tiene su origen en la creación del telégrafo, invento que le trajo bastante dificultades, ya que el registro de este invento le fue negado tanto en Europa como en los Estados Unidos. Finalmente, logró conseguir el financiamiento del gobierno americano.

El código Morse se probó hasta la transmisión de su primer mensaje desde las ciudades de Washington a Baltimore en 1844. La primera frase que se transmitió fue: «¡Qué obras hizo Dios!».

El código era difícil de usar, por lo que fue revisado y corregido, y estuvo listo en 1851.

 

 

 

 

 

El sistema revolucionó las comunicaciones marítimas y terrestres. Los marineros durante el siglo XIX utilizaban el código para comunicarse. El primer registro de rescate marítimo después de una llamada de socorro utilizando el código Morse se produjo en 1899, en el estrecho de Dover.

 

La llamada de socorro “SOS” es la señal internacional más conocida y en Morse es: • • • — — — • • •

 

A mediados del siglo XIX, el uso del código Morse se popularizó muy rápido y prácticamente llegó a todos los países europeos. En 1865, el Congreso Telegráfico Internacional reguló el código Morse Internacional, lo que proporcionó un mayor dinamismo a las comunicaciones.

 

Operación

Conectado por cables y electroimanes, un lápiz hecho de hierro movido por una bobina marca instantáneamente las señales del papel recibidas a través de sonidos cortos (llamados “DIT”) y largos (llamados “DAH”). «DAH» son tres veces más largos que los sonidos cortos. A través del código Morse es posible transmitir diez palabras por minuto.

Los intervalos de tiempo precisos determinan el paso de una letra a otra (una breve pausa, lo mismo que tres «DIT»). Una pausa más larga indica que la palabra está completa (lo mismo que siete «DIT»).

El punto es considerado, en el código Morse, como una unidad, que en tiempo equivale, aproximadamente a 1/25 seg. La línea, en tiempo, equivale a tres puntos. Cada letra se separa por un silencio de tres puntos de duración, mientras que cada palabra se separa por cinco puntos.

 

 

 

 

Existen varias formas de recordar el alfabeto morse. Una de ellas es visualmente. En la siguiente imagen, en las letras grises se marcan con negro los puntos y rayas que corresponden a su respectivo código en morse.

 

 

 

Reglas básicas:

En código morse no existe ningún tipo de acento ni mayúsculas.

Un guion (raya o señal larga) es igual a tres puntos.

Para separar las letras de una palabra se hace una pausa de un largo (-).

El espacio entre dos palabras es igual a siete puntos.

El espacio entre las señales que forman la misma letra es igual a un punto.

Seis puntos, o más, indican mensaje de error.

 

Inclusión de símbolo

En 2003, el código Morse incluía @ (• • • – • -); fue el primer cambio que se introdujo en muchos años.

Con la invención del teléfono, a finales del siglo XIX, el Código Morse cayó en desuso.

El desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación más eficaces ha provocado la sustitución de este sistema por otros dispositivos. Se volvió obsoleto, pero sigue siendo usado por radioaficionados y militares. Como es enviado rápidamente por radio, puede ser importante en situaciones de emergencia. Además, es consagrado por entusiastas y amadores de lenguajes decodificadas.