¿Te has imaginado alguna vez que, de repente, despiertas y hablas fluidamente otro idioma y olvidas por completo tu lengua materna? Pues esto le puede pasar a cualquiera, son indicios raros y poco conocidos que se llaman síndrome del acento extranjero.

 

Para que te hagas una idea, imagina por un momento que mientras caminas por la calle se te cae una maceta de un balcón que te provoca un coma durante varios días y, cuando despiertas, no eres capaz de hablar en tu idioma o usas un acento que, por ejemplo, se parece al de un francés que está aprendiendo español. Da miedo, ¿verdad?

 

¿Qué es el síndrome del idioma extranjero?

 

Es un trastorno médico real, poco frecuente, en el que las personas que sufren una lesión cerebral pierden la capacidad de hablar su idioma o su acento nativo y adquieren una lengua extranjera o un acento extranjero, aunque nunca hayan viajado a ese país en cuestión.

 

Casos clínicos

 

Se han documentado algunos casos de síndrome de la lengua extranjera en todo el mundo que incluyen ejemplos como el cambio de idioma o el acento de:

 

  • Inglés británico al inglés americano
  • Inglés americano al francés
  • Japonés al coreano
  • Español a italiano
  • Noruego al alemán
  • Inglés británico a chino
  • Portugués brasileño al francés

 

En algunos casos, como una enfermedad o un accidente, el cerebro puede confundirse y provocar daños inesperados como el síndrome de la lengua extranjera. Quienes sufren este problema les resulta más fácil expresarse en una segunda lengua. Otro trastorno en el mismo cuadro es el síndrome del acento extranjero, que hace que las personas hablen su lengua materna pero con un acento completamente diferente al habitual.

 

Por ejemplo, un holandés de 17 años al que se le operó la rodilla después de un accidente en un partido de fútbol hablaba inglés después de despertar de la anestesia. El hospital donde se realizó la operación era holandés y cuando el paciente despertó fue incapaz de hablar en su lengua materna. El joven había estudiado inglés en la escuela, pero nunca la había usado fuera de la escuela, además, no era capaz de reconocer a sus padres ni el lugar en el que se encontraba, pensaba que estaba en algún lugar de Utah, Estados Unidos. Sin embargo, pudo volver a hablar en neerlandés cuando recibió la visita de unos amigos unas 24 horas después de la operación. Durante los siguientes meses asistió a diversas revisiones y afirma no tener ninguna dificultad para hablar o entender su lengua materna, pero informó que no podía recordar las cosas tan bien como antes de la operación. Esta historia se publicó hace poco en el Journal of Medical Case Reports.

 

Otro caso similar es el del australiano Bem McMahon, que tras un grave accidente de coche estuvo en coma durante una semana y se despertó hablando un mandarín fluido. El joven de 24 años aprendió mandarín en la escuela, pero nunca fue capaz de hablar el idioma con fluidez, sin embargo, tras despertar del coma, hablaba en mandarín y fue incapaz de expresarse en su inglés nativo durante días. Cuando su estado mejoró y recuperó la capacidad de hablar inglés teóricamente pondría fin a su dominio en el otro idioma, pero no fue así y conservó la capacidad de hablar un segundo idioma con fluidez.

 

Hay otros casos similares en todo el mundo, por ejemplo, el de una niña croata de 13 años que despertó de un coma y hablaba alemán que, al igual que el joven holandés y el australiano, había estudiado alemán en la escuela.

 

Causas del síndrome del idioma extranjero

 

Tanto el síndrome del idioma extranjero como el síndrome del acento extranjero se pueden producir por daños cerebrales, aunque se han descrito casos individuales asociados a una migraña grave. Se cree que en ambos trastornos el área cerebral afectada es la responsable del lenguaje, lo que provoca un cambio en los puntos de articulación. Cuando somos niños, aprendemos estos puntos que son característicos de la lengua utilizada en esa localidad en particular y, cuando estos puntos de producción de fonemas sufren alteraciones, el individuo comienza a hablar con una entonación diferente.

 

Debe quedar claro es que los pacientes no adquieren mágicamente un nuevo lenguaje (vocabulario, gramática, sintaxis, etc.), únicamente presentan una distorsión de la planificación articulatoria y del proceso de coordinación presentando, por tanto, un habla inusual. Los casos mencionados anteriormente, en los que los pacientes que empezaron a comunicarse en otra lengua no mejoraron su capacidad lingüística en su conjunto, lo que ocurre es que, debido al trastorno, su cerebro se ha volcado en la segunda lengua. En estos casos, la capacidad de esta lengua mejora porque es la única de la que dispone la persona.

 

Primer informe documentado

 

Pierre Marie describió el primer fenómeno en 1907 e informó del caso de una mujer parisina que, tras sufrir un derrame cerebral, empezó a hablar con acento alsaciano. Las investigaciones en este campo señalan que entre 1941 y 2009 solo se registraron 60 casos de este síndrome y en Brasil, hasta 2011, se registraron 12 casos de este trastorno, sin embargo, es posible que haya más casos ya que a menudo no se realiza un diagnóstico correcto.

 

Síntomas y tratamiento

 

Los síntomas pueden persistir durante meses, años o desaparecer espontánea o progresivamente, además, muchos de los afectados no reconocen que su acento ha cambiado o que han empezado a hablar en otra lengua y se sorprenden. Hay personas que requieren terapias cognitivas y de lenguaje, ya que esta enfermedad puede generar un gran impacto psicológico en el afectado, porque la persona se da cuenta de que el tiempo pasa y no puede recuperar su verdadera voz, incluso, a veces, ni siquiera la recuerda. Como la persona no puede evitar este acento extraño, este trastorno puede generar una sensación de pérdida de identidad. El tratamiento se realiza básicamente con un neurólogo y logopedas, aunque este tratamiento puede minimizar la afección, es probable que el paciente no vuelva a hablar con normalidad. El apoyo psicológico también está indicado en estos casos, con el objetivo de ayudar a la recuperación de la autoestima y la identidad del individuo afectado por el síndrome.

 

Esperanza de curación

 

En 2010, científicos de la Universidad de Málaga combinaron ejercicios de rehabilitación del habla con la prescripción de un fármaco que se utiliza habitualmente en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Gracias a este tratamiento conjunto, observaron síntomas de curación «muy visibles» en un paciente español con dicha enfermedad.